Este vestido midi blanco y negro con mangas cortas juega con texturas contrastantes, gracias a su tweed de doble cara que revela dos patrones distintos pero complementarios. Sus bengalas de corte estructurado sutilmente en el dobladillo, creando una silueta femenina y asertiva. Una pieza sofisticada que encarna la elegancia contemporánea tan querida para la maison Nina Ricci.




